Siempre he sido una chica rellenita, de las más grandes de la clase y de su grupo de amigas. Soy de constitución grande, y me gusta comer. La época de mi vida en la que más delgada he estado es en mi adolescencia. Esa etapa en la que te desarrollas, comienzas a crecer y si realizas algún deporte (yo entrenaba al balonmano), todas esas circunstancias favorecen que tu figura se estilice. Además es la época en la que empiezas a darle importancia a tu aspecto físico, porque empiezas a tener en cuenta lo que los chicos pensarán de tí. Una vez pasa esta época adolescente y dejas de crecer y estirar, a la que le gusta comer debe controlar un poco ya que si no siempre irá acompañada de sus kilitos de más, como me pasó a mí.
He hecho varias dietas a lo largo de mi vida, algunas con resultados bastante óptimos a corto plazo, pero ninguna la que me haya ayudado definitivamente a estar conforme con mi peso y mi aspecto físico. Siempre empezaba muy entusiasmada, pero cuando había medio logrado mi meta me cansaba. Mi cabeza acababa inundándose de pensamientos del tipo "siempre voy a estar a dieta? pues vaya rollo!", o "pero yo quiero poder comer todo lo que me apetezca", etc. Y entonces abandonaba la dieta y comía lo que me apetecía, además a veces con ansia por pensar que habían sido alimentos prohibidísimos, con lo buenos que están... Al tiempo me empezaba a apretar la ropa, empezaba a decaer mi ánimo y un día me daba el bajón del año. Solía ocurrir cuando iba a comprar ropa, me costaba mucho encontrar pantalones "a la moda" que me quedaran bien, o que tuvieran mi talla!! Entonces volvía a plantearme hacer una dieta y acabar con toda esa situación. Y vuelta a empezar. Otra vez pasaba exactamente lo mismo. Era la pescadilla que se muerde la cola.
Después de muchos años de altibajos como este, al final casi que me había dado por vencida. Es decir, estaba intentando aceptarme tal y como era (rellenita) y conformarme con ello. Pensaba que después de tantos años intentándolo, y sin conseguirlo, mi destino era ser así. La verdad es que me sentía muy frustrada, ya que en el fondo no me aceptaba a mí misma y no me acababa de gustar la imágen que veía en el espejo.
Algo que siempre me producía inquietud era pensar que el día que me quedara embarazada iba a ser el caos total. Me daba miedo pensar en la cifra que llegaría a pesar estando en ese estado. Es por esto por lo que, en noviembre de 2014 le dije a mi chico que iba a ponerme a dieta y a hacer ejercicio en serio, para poder llegar a mi peso y así el día que me quedara embarazada ( ya con 30 primaveras una se lo medio plantea a medio plazo) no tenía que preocuparme tanto de este aspecto. En ese momento de mi vida ha sido cuando más he pesado, ya que dos meses antes había dejado de fumar después de 15 años haciéndolo y había pillado kilos de más (además de los que ya me sobraban..jeje..). Cuando me planteé esto en esta ocasión me sentía de nuevo súper motivada, y durante 2 meses y medio mi chico y yo estuvimos saliendo a correr (lo nunca visto en mí!! Yo me fugaba las clases de gimnasia en el colegio!!!), además de controlar la alimentación. Lo llevábamos súper bien, la verdad. Parecía la definitiva. Entonces llegó una noticia inesperada que nos hizo tener que abandonar esta rutina de ejercicios: sin buscarlo, ME QUEDE EMBARAZADA!!! Por supuesto, ha sido de las mejores noticias de mi vida. Pero dentro de ese estado de felicidad, mi miedo acechaba. Además, en el peor momento, cuando más había pesado en toda mi vida. Este pensamiento fue algo que arrastré todo el embarazo, una preocupación constante.
Durante los 4 primeros meses de embarazo no engordé porque me dió por vomitar casi todo lo que comía. A partir de los 4 meses y medio esto pasó, y volvió mi apetito con un componente añadido: los antojos. No tuve antojos concretos jamás, pero sí me apetecía toooooodas las mañanas algo dulce. Potentemente dulce (léase chips ahoy, magdalenas, donnuts, etc). Y cuando a los 7 meses me dieron la baja laboral, fué peor todavía porque comía más veces al día. El resultado fueron unos 15kg más al final del embarazo. Y dirás, oye pues 15kg no está tan mal. Pues si, sí lo está teniendo en cuenta que los cogí en los 5 últimos meses (3kg por mes es mucha tela!!). Ya no solo por el aspecto físico, sino por el riesgo que conllevan tantos kilos de más en un embarazo y sobretodo para el momento del parto.
Reconozco que al final del embarazo decidí despreocuparme ya de la báscula, y decidí acabar esta época de mi vida haciendo lo que me diera la gana. Pero a la vez ideaba mi plan, una vez diera a luz todo esto tenía que cambiar SI o SI. Y así ha sido. Me complace comunicaros que por fin, he conseguido encontrar "el método". Mi método.
Tres meses después de dar a luz, comencé a hacer la rutina de ejercicios diseñada por la entrenadora personal Kayla Itsines, la BBG. De ella me habló mi hermana, que veía lo decaída que estaba. Mi situación era que yo quería hacer algo con mi cuerpo y mi mente, pero no sabía cómo hacerlo ni por dónde empezar. Con un bebé tan pequeño, no podía ir al gym ni nada por el estilo. Ella me habló de que había visto estos ejercicios pulular por las redes sociales, me puse a investigar sobre ello y me entusiasmé. A esto le sumo que empecé a llevar una dieta mucho más sana y equilibrada, ya que necesitaba bajar esos kilos de más. Me propuse como reto completar la rutina de ejercicios, compuesta por 12 semanas. Me hice fuerte pensando que era mamá y que mi hija tenía que ver en mí comportamientos ejemplares como es cuidarme. A partir de ahora uno de sus referentes iba a ser yo, y para poder enseñarle tenía que empezar por dar ejemplo yo mísma. Además siempre he sido una persona que cuando se ha propuesto algo, lo ha conseguido a base de esfuerzo. Me lo he demostrado muchas veces, mi último logro había sido dejar el tabaco después de llevar media vida fumando. Esto también me empujaba a aceptar el reto de los kilos, mi talón de Aquiles, mi mayor fantasma en la historia de mi vida...
Empecé a investigar a través de mi cuenta personal de Instagram a chicas que habían hecho o estaban todavía haciendo la BBG, y realizando esta búsqueda me adentré poco a poco en el amplísimo y cada vez más extendido mundo "Healthy & Fitness". Me empecé a entusiasmar tanto con todo esto que me creé una cuenta de ÏG específica para motivarme día a día, viendo las publicaciones de las personas a las que seguía, y publicando yo misma los resultados de mi ejercicio, o fotos de las "FitRecetas" que iba cocinando, o información que consideraba de interés sobre determinados alimentos, etc. Todos los días veía chicas que entrenaban duro, que iban moldeando sus cuerpos, veía recetas sanas con muy buena pinta, cada vez descubría más ingredientes nuevos para mí y muy interesantes... Empecé a conocer varias alternativas para llevar una alimentación más saludable, y me decidí a ir comprando por Internet (harinas de avena, siropes, productos bio, semillas varias...).
Descubrí un mundo muy interesante, comprometido y motivador el cual había ignorado hasta ahora. Yo jamás me había parado a observar el cuadro de información nutricional de ningún alimento. Pasaba totalmente de todo eso. No me interesaba en absoluto, no jugaba a compensar los excesos con ejercicio o productos más bajos en calorías. No sabía hasta cuantas kcal estaba bien, y a partir de cuántas era una barbaridad. No tenía un baremo ni siquiera para eso. Ahora, a día de hoy, miro la información nutricional de productos que yo antes comía alegremente y me llevo las manos a la cabeza, varias veces al día. Os lo puedo asegurar.
A todo esto os preguntaréis cómo, teniendo un bebé tan pequeño he encontrado tiempo para poder hacer tantas investigaciones. Pues bien, os cuento: mi bebé es muy parecida a mí en el aspecto "sueño". Toda mi vida he sido noctámbula, y sigo siéndolo aún con el cansancio acumulado de todos estos meses de "ser mamá" :D. Más o menos mi hija se duerme sobre las 12.00h - 12.30h de la noche, y yo siempre me quedo despierta un rato más para asegurarme de que no se va a despertar de nuevo. Es en ese momento cuando me surgen todos los pensamientos, cuando tengo un ratito para mí, para invertirlo en lo que quiero. Esa es mi hora bruja. Y con esa idea inicial decido crear un Blog personal (esta idea la llevaba ya en la cabeza antes de descubrir el fit-mundo), en el que hablar de ciertos aspectos de mi vida y compartir mis pensamientos, opiniones y reflexiones, Comienzo con ese blog, publico mi primera entrada, y entonces siento la necesidad de tener mi "apartado fit" para hablar también sobre todos mis descubrimientos, mis experiencias, mis avances en este ámbito, etc. El problema es que no me gusta la idea de incluirlo en mil Blog personal La Hora Bruja (al que os invito en http://alahorabruja.blogspot.com.es/), y decido crear otro dedicado única y exclusivamente a esta temática healthy & fitness. De ahí el nombre de este Blog "Irene H&F" : Irene Healthy & Fitness. Me ha pasado un poco como con mis dos cuentas de Instagram, he decidido tener dos para no mezclar temas.
Así que este ha sido el camino hacia mi estado actual, estos son los motivos por los que estoy aquí presentándome, hablándoos de mi vida y con muchas ganas de compartir mucho con vosotr@s. En este blog os hablaré de la rutina de ejercicios que hago; colgaré las recetas saludables que voy descubriendo, cocinando y adaptando a mis gustos; haré reflexiones sobre todo lo que voy aprendiendo de este nuevo mundo... Espero poder servir de ayuda o inspiración a aquell@s que se encuentren perdid@s como yo lo estaba, y no sepan por dónde empezar.
Si has llegado hasta aquí, quiero agradecerte el interés que has tenido en conocer mi historia. Y te invito a seguir asomándote de vez en cuando a mi ventana y echar un ojo a este pequeño "fit-rincón" que voy a crear poco a poco con mucho cariño y entusiasmo.
Un saludo. Irene H&F.
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