martes, 3 de mayo de 2016

"Esque chica, estar a dieta sale muy caro!"


Ayer estaba en el súper, cuando se cruzaron por mi lado dos mujeres de edad mediana y le dijo una a la otra "Esque chica, hoy en día estar a dieta sale muy caro!". Sólo escuché esa frase, ya que siguieron su camino hacia la sección de los quesos.
Yo seguí a lo mío, pero esas palabras se quedaron retumbando en mi cabeza. Pensé que era un buen tema para investigar, reflexionar y escribir. Y en ello estoy :)



Muchas personas creen que seguir una dieta saludable es muy caro. Esto podría ser cierto si piensas que la única manera de llevar una dieta saludable implica el consumo de suplementos y/o productos milagro que se anuncian en la tele o a través de Internet. Yo no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, ya que creo que comer sano no tiene por qué disparar nuestro gasto mensual en alimentación.



Una dieta equilibrada está compuesta básicamente por frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos, semillas, huevos, carnes, pescados, AOVE, sal, especias, infusiones, endulzantes y agua. La mayoría de estos alimentos tienen un precio de mercado más que razonable, no creo que consumirlos rompa nuestro presupuesto.



Dentro de estos alimentos saludables nos topamos con los "alimentos ecológicos", elaborados de una manera más respetuosa con el medio ambiente y con nuestra salud. Esto, evidentemente, hace que el precio se eleve. En este aspecto sí que considero que la industria alimentaria ha visto un filón, y en varias ocasiones se refleja en el precio. 


Volviendo a la lista de alimentos que componen una dieta equilibrada, creo que podemos obtener infinidad de platos haciendo uso de ellos y a un coste muy bajo por ración. Pero claro, para conseguir esto surge un gran inconveniente: la falta de tiempo. Es mucho más barato comer sano siempre y cuando tengas tiempo para elaborar las comidas tú, factor que cada vez brilla más por su ausencia en los tiempos que corren. ¿Crees que si tuvieras más tiempo comerías mejor? 
Lo que sí está claro es que si sales a comer o cenar por ahí y pides una ensalada, vas a pagar el precio de 3 de las que te harías en casa!! (Y a ingerir más calorías, también!!)


Viviendo como vivimos en una sociedad de consumo, en la cual casi todo tiene un precio, no deberíamos escatimar en este aspecto según mi opinión. Estamos hablando de la salud de cada uno, lo más valioso que tenemos. Hemos llegado al punto de obsesionarnos con comprar más barato cada vez, nos sentimos triunfadores cuando encontramos el kilo más barato en un sitio que en otro!! Pero y la calidad? Realmente has encontrado tú un chollo, o han encontrado un chollo contigo? 



Qué estas comiendo? Qué consumes a diario, lo sabes? Estoy segura de que la respuesta la mayoría de las veces es NO. Ni siquiera nos paramos a leer los ingredientes ni la información nutricional de lo que compramos, lo importante es el cartel de OFERTA o que el precio sea mucho más bajo que el de al lado. 



No confundamos términos. Compra sano, busca un par de ratitos a la semana para cocinar, come de una forma saludable y no pagues precios desmesurados. Se puede, por supuesto que sí. Y valora hasta qué punto merece la pena buscar el ofertón del día, o pagar lo que realmente cuesta ese producto natural, libre de pesticidas o no procesado (o el menos procesado aunque sea un poco más caro). Gastamos mucho dinero en salir a comer/cenar fuera, y estoy segura de que cuando hacemos esto no estamos realizando una ingesta equilibrada la mayoría de las veces. Si realmente te preocupa cuidarte, reconsidera este aspecto. No digo que no salgamos nunca, pero sí que valoremos si quizás abusamos un poco de las salidas, lo que nos perjudica en nuestro plan de dieta saludable.



En definitiva, y volviendo a mi reflexión inicial: comer sano no tiene por qué ser excesivamente caro si le dedicamos un poco de nuestro tiempo. Yo creo que merece la pena. Cada vez más la gente se preocupa en mayor medida por su salud, hay una conciencia social bastante amplia sobre esto. Invertimos mucho dinero en cosas superficiales por cómo está configurado el mundo consumista en el que vivimos. Vamos a prestarle más atención a nuestra salud, lo que implicará sentirnos mejor con nosotros mismos y ser más felices. ¿A tí qué te parece?






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